Mensaje del padre obispo Fernando

Su caminar de mayo 2024

Queridos hermanos y hermanas:

¡CRISTO VIVE! ¡CRISTO RESUCITÓ! La fuerza y la esperanza que brotan de este grito, se une al ‘gemido del Espíritu en nuestro interior’, que aún en medio de nuestras dificultades nos hace exclamar con toda confianza, ‘Abba-Padre’ y aprovechar este año de la oración, para crecer y ahondar en ese ‘trato de amistad con Aquél que sabemos nos ama’ (Sta. Teresa).

“No se trata de un Año con iniciativas particulares; más bien, de un momento privilegiado para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de la oración diaria en la vida cristiana; cómo orar, y sobre todo cómo educar a orar hoy, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda. No podemos ocultar que estos años demuestran una profunda necesidad de espiritualidad. Cuanto más fuerte se vuelve el grito de la tecnología que parece corresponder a todos nuestros deseos, más profunda es la necesidad de una verdadera espiritualidad que lleve a cada persona al encuentro de sí misma en la verdad de su propia existencia y, por tanto, en una relación coherente con Dios.

Son muchas las personas que oran todos los días; tal vez, me atrevo a decir, todos oran. Ninguna estadística lograría responder con cifras y porcentajes correctos a este momento tan íntimo de las personas que viven la pluriformidad de la oración como un momento totalmente personal. Desde aquellos que se persignan rápidamente hasta aquellos que participan en la Eucaristía diaria, existe una gama tan amplia de formas de orar que nadie puede describir completamente. Desde la oración rápida hasta la oración distraída; desde la oración contemplativa hasta la oración llena de lágrimas de dolor… la oración no se deja atrapar en un esquema preestablecido porque es la relación personal del creyente con Dios mismo, dentro de esa relación íntima y exclusiva que distingue nuestra fe.

Por tanto, el Año de la Oración se enmarca en este contexto para favorecer la relación con el Señor y ofrecer momentos de auténtico descanso espiritual. Un oasis al abrigo del estrés cotidiano donde la oración se convierte en alimento para la vida cristiana de fe, esperanza y caridad”. (Mons. Rino Fisichella- Presentación del año de la oración en Roma)

En este mes de mayo que iniciamos quiero acentuar:

SAN JOSÉ OBRERO-DÍA DEL TRABAJADOR. Inmersos en el complejo mundo socio-político en el que estamos, no dejemos de pedir por tantas personas que vienen padeciendo su carencia laboral y en muchos casos sin un trabajo digno. Como también pedirle al Señor nos ayude a recuperar esa cultura del trabajo que hace dar de sí lo mejor en cada situación laboral para el bien común.

MARÍA DE LUJÁN Y MARÍA AUXILIADORA. Los invito en este mes tan mariano para nosotros, a acoger el pedido de nuestra Madre en cada aparición y manifestación. ¡Recen el Santo Rosario! Abran el corazón de sus familias, déjenme entrar en ellas, quiero regalarles la paz y desde allí, desde cada uno de sus corazones, la paz al mundo. Con el amor de hijos, escuchemos su deseo.

NOVENA DE PENTECOSTÉS (inicio: 9/05). Pidamos en esta novena que el Espíritu nos sacuda hasta la conversión y nos lance a todas las comunidades a la calle, como testigos de ese Amor de Jesús que nos haga cercanos y solidarios ante cada hermano que sufre.

58° JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES (12/05).: El tema elegido por el Papa Francisco en su mensaje este año es: Inteligencia artificial y sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana. Y nos dice: “En esta época que corre el riesgo de ser rica en tecnología y pobre en humanidad, nuestra reflexión sólo puede partir del corazón humano. Sólo dotándonos de una mirada espiritual, sólo recuperando una sabiduría del corazón, podremos leer e interpretar la novedad de nuestro tiempo y redescubrir el camino de una comunicación plenamente humana”.