La Diócesis de Neuquén vivió su 44° Peregrinación a la Virgen de Luján en Centenario

Participaron más de 10 mil fieles de comunidades de Neuquén y Río Negro. En la homilía, el padre obispo Fernando M. Croxatto, llamó a “construir la unidad y buscar la verdad”.

Bajo el lema “María, bajo tu mirada buscamos la unidad”, alrededor de 10 mil fieles participaron de la 44° Peregrinación a la Virgen de Luján, en la localidad de Centenario. Al mediodía se celebró la misa central presidida por el padre obispo Fernando M. Croxatto, quien estuvo acompañado por los vicarios, párrocos de las distintas comunidades, diáconos y consagrados. 

En el inicio de la homilía y retomando la Palabra del Evangelio, el Padre Obispo hizo énfasis en el gesto de Jesús de “dejarnos a María como Madre”, un gesto que se plasmó en las distintas comunidades que se convocaron en la celebración y sus respectivas advocaciones; “todos caminamos bajo una misma mirada, la mirada de Nuestra Madre; reconociéndonos en el camino: Somos todos sus hijos”, por lo que “no somos huérfanos, ninguno puede sentirse huérfano. Tenemos una Madre que nos acompaña y vela por nosotros”, señaló.

En este punto, llamó a mirar un momento dónde Jesús estaba cuando “nos dio” a su madre; “porque María estuvo siempre hasta el final en el camino de Jesús. Pero al pie de la cruz, en el momento en que Jesús estaba atravesado por el dolor, no solamente el de su cuerpo, sino por otros dolores y por el dolor más profundo que es el dolor del mal -murió por nuestros pecados-; Jesús no se quedó mirándose, Jesús miró más allá; siguió buscando el bien. Y en medio de todos los regalos que nos hizo –como fue la Salvación-, nos dio este regalo: Nos regala a su madre”, explicó el Obispo.

Ante esto nos instó a que como cristianos atravesados todos los días por un montón de conflictos personales, de corazón, familiares, en nuestras comunidades, en el país –tales como la pobreza, el hambre, los jubilados, el trabajo, los que se quedan sin trabajo, los mal remunerados, las violencias en las casas, en las instituciones, los abusos, la droga-; tomemos la enseñanza de Jesús y pidamos a la Virgen María, “buscar el bien”. Retomando el lema de la jornada “Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad”, instó a los presentes a que no sea sólo un “ruego, un pedido; sino que sea un compromiso: Tengamos puesto en el corazón, la búsqueda de la unidad”.

En otro punto, citando la imagen de la Virgen invocando a los apóstoles a orar, recalcó que como cristianos “nuestra oración es falsa si no buscamos la unidad en nuestra vida”, porque la oración llega a Dios cuando estamos unidos como comunidad, como familia. “Todos somos hijos de un mismo Padre, sellados por el mismo Espíritu de Unidad, de Comunión, del Padre e Hijo, de donde nace nuestra Comunión. Por eso no podemos no buscar la unidad, es lo que podemos aportar como cristianos a nuestra sociedad hoy. Ver qué aporto para mirar un poco más allá y mirar aquello que supere nuestro conflicto”, expresó.

Y aclaró que “no se puede ser buscadores de unidad, si no buscamos la verdad, que es Dios”, por lo que “si entre nosotros no nos ayudamos a mirar más lejos, va a ser difícil. Si no nos ayudamos a salir de nuestros conflictos y mirar el bien y buscar esta unidad y esta verdad que hoy nos reclama la vida, va a ser difícil. Si no miramos al Señor de la Esperanza y no dejamos que María nos guíe con su mirada más alta, va a ser difícil construir juntos la unidad y la verdad”, concluyó.     

Una verdadera fiesta de fe

Fueron 15 kilómetros -desde el lugar de convocatoria y partida, al Santuario de la Virgen de Luján en Centenario-, los testigos del paso de las advocaciones de la Virgen María, los cánticos, oraciones y plegarias de peregrinos que hicieron de la jornada una verdadera fiesta que concluyó con la misa central en la plaza San Martín.

No faltó quienes a modo de mandas y promesas caminaron descalzos, como aquellos que, con fe y esperanza dejaban sus peticiones a los pies de la Virgen, y personal de la Policía Federal, que también peregrinó. “Celebramos esperanzados a que su mirada de Madre nos invita a reunirnos como pueblo, reconocernos hermanos y trabajar juntos en la construcción del Reino”; fue la consigna para vivir una jornada de espiritualidad y reencuentro entre los hermanos.  

La peregrinación a Centenario, es un evento que convoca año a año a miles de peregrinos de comunidades de la ciudad de Neuquén, como del interior de la provincia y en este caso, de la vecina provincia de Río Negro. Comenzó en 1980, un año mariano nacional y durante la pandemia se realizó de modo virtual. Cabe destacar que este año se realizó en consonancia con el Domingo Bíblico Nacional y la Jornada de Oración por los Migrantes y Refugiados. 

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