𝘌𝘭 𝘱𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘰𝘣𝘪𝘴𝘱𝘰 𝘍𝘦𝘳𝘯𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘊𝘳𝘰𝘹𝘢𝘵𝘵𝘰 𝘤𝘦𝘭𝘦𝘣𝘳ó 𝘭𝘢 𝘮𝘪𝘴𝘢 𝘤𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢𝘭. 𝘌𝘯 𝘭𝘢 𝘩𝘰𝘮𝘪𝘭í𝘢 𝘩𝘪𝘻𝘰 é𝘯𝘧𝘢𝘴𝘪𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘯𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘦 “𝘤𝘶𝘴𝘵𝘰𝘥𝘪𝘢𝘳 𝘦𝘭 𝘧𝘶𝘦𝘨𝘰”, 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘦𝘯𝘥𝘪𝘦𝘳𝘰𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘰𝘣𝘪𝘴𝘱𝘰𝘴 𝘺 𝘭𝘢𝘪𝘤𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘳𝘶𝘺𝘦𝘳𝘰𝘯 𝘭𝘢 𝘐𝘨𝘭𝘦𝘴𝘪𝘢 𝘯𝘦𝘶𝘲𝘶𝘪𝘯𝘢.
La Diócesis de Neuquén celebró su 62° Aniversario. El padre obispo Fernando Croxatto celebró la misa central que se llevó adelante, ayer por la tarde, en la Catedral María Auxiliadora de la ciudad de Neuquén.
“Cada aniversario de la diócesis tiene que ser motivo de acción de gracias por todos los que han construido esta diócesis”, expresó el nuestro obispo Fernando y añadió que “si estamos vivos desde hace 62 años, es porque esta Iglesia ha sabido escuchar el Espíritu de Dios a lo largo de estos años”. En esta línea y en consonancia con el papa Francisco, llamó a todos a “no quedarnos velando las cenizas, si no que custodiemos el fuego que está detrás”.
El padre obispo Fernando destacó el recuerdo de todos los que construyeron la Iglesia de Neuquén: Don Jaime, Agustín Radrizzani, Marcelo Melani, Virginio Bresanelli, “hermosos pastores que caminaron delante, en el medio y detrás del rebaño, y junto a ellos todo un rebaño al cual también hay que agradecerle porque fue el que mantuvo vivo el fuego del Espíritu a lo largo de estos 62 años”, señaló, como también “agradecer a las nuevas generaciones que se suman a la Iglesia”.
Y, tomando la consigna papal, llamó a construir una Iglesia misionera y sinodal: “Escucharnos, como lo hacían los primeros apóstoles, escuchando la voz del Espíritu y discernir lo que nos pide en común”. Y en este sentido instó a, como Iglesia, tener una actitud de cercanía, “salir al encuentro de los otros, cercanos, llevando mucha alegría del Resucitado”, y concluyó: “Todos somos protagonistas en esta construcción de nuestra Iglesia”.
La Diócesis de Neuquén fue creada el de 10 de abril de 1961, por la bula “Centenarius annus” del Papa Juan XXIII. Fue su primer obispo don Jaime Francisco de Nevares, que fuera ordenado el 20 de agosto de 1961. Férreo defensor de los derechos humanos, de los trabajadores y de los necesitados, y emblemática personalidad de la historia neuquina.
